Gracias a esa decisión y a otras
tantas, multitud de veces complicada, no por mi que soy el encargado
de escribir mi historia sino por mis familiares que son los que
involuntariamente forman parte de ella viendo como decido sobre mis
capítulos sin a veces darle el derecho de opinar sobre el contenido
de ellos, se me abrió un mundo inmenso lleno de lugares, personajes,
paisajes, costumbres y sobre todo culturas distintas todas ellas, que
consiguen alimentar mi hambre de conocer este mundo que nos rodea y
que ha veces nos es tan lejano y extraño.
Por todo ello aquí os abro mi corazón
para que compartáis mi mundo conmigo, acompañándome de alguna
manera en este camino que he decidido recorrer.